Seguramente si estás leyendo estas líneas es porque quieres BAJAR DE PESO, antes que nada, déjame decirte que estás en el sitio adecuado… ya que hoy te mostraré los 6 principales obstáculos para bajar de peso.
Sólo una de cada cinco personas logra acabar una dieta. Bajar de peso se convierte en un objetivo permanente que puede conducirnos durante años de un régimen alimenticio a otro, sin que apenas se llegue a superar la barrera de la primera semana. Como resultado la frustración y la generación de un círculo vicioso que hace de la báscula una montaña rusa, con sus consiguientes efectos poco saludables, tanto para el metabolismo como para el estado anímico.
Los seis principales obstáculos con los que tropezamos una y otra vez cuando intentamos bajar de peso:
Los Cambios en el estado anímico
Las dietas son en ocasiones demasiado estrictas. Los cambios radicales en los hábitos alimenticios provocan generalmente cambios de humor relacionados con la irritabilidad, la fatiga física y la dificultad para concentrarse.
Los efectos de la introducción de una dieta sin apenas transición para que el cuerpo se adapte también pueden ser físicos: dolores de cabeza, cansancio o problemas digestivos. Una respuesta del organismo que abre la puerta a las depresiones, más aún cuando se tiene que abandonar la dieta porque el remedio parece peor que la enfermedad y surge inevitablemente el sentimiento de culpabilidad.
Para no caer en esta trampa hay que escuchar al cuerpo y saber por uno mismo hasta donde podemos llegar. La clave está en el equilibrio y en ir poco a poco, ya que de lo contrario acabaremos tirando la toalla. Si no atendemos a las necesidades básicas del cuerpo y a las señales que nos envía, solo conseguiremos empeorar nuestra salud física y psíquica.
El Hambre crónica
Sentir constantemente la sensación de insaciabilidad, o lo que los nutricionistas denominan hambre crónica, es el peor enemigo que una dieta pueda tener. En realidad, se trata de una señal indicativa de que la dieta que se está siguiendo es inadecuada o, al menos, desequilibrada.
Además de que será prácticamente imposible seguir un régimen en estas condiciones, es totalmente inútil porque el cuerpo intentará preservar las reservas de energía y apenas se logrará adelgazar.
Para bajar de peso y no morirse de hambre en el intento, lo más recomendable es acompañar la dieta con alimentos saludables que contribuyan a aumentar nuestra sensación de saciedad.
Los Antojos – de los peores obstáculos para bajar de peso
La capacidad para resistirse a las tentaciones alimenticias depende de la personalidad de cada uno, pero aunque se sorteen estos impulsos en un primer momento se corre el riesgo de acabar cayendo en ellos a la larga, y con más ansiedad acumulada. Este es de los peores obstáculos para bajar de peso y si has intentando hacer muchas dietas sabes de que estoy hablando.
La privación total puede llegar a ser contraproducente y uno de los principales motivos por los que se acaba abandonando una dieta. Esto es porque la ansiedad produce ira y ésta, a su vez, hace que nuestro apetito se desenfrene.
La presión social
Si seguir una dieta es un camino lleno de obstáculos, intentar llevarla a cabo de manera individual cuando las personas que nos rodean sí pueden comer todo lo que quieran es un verdadero suplicio.
Mucho más cuando tratan de seducirnos para que comamos ciertos alimentos prohibidos o para que se rebaje el listón de exigencia. Si esto sucede, es muy fácil darse el permiso de comer en exceso y saltarse la dieta.
Atracones como respuesta emocional
Beber unas cervezas para celebrar algún acontecimiento feliz, comer chocolate tras un mal día en el trabajo o tomarse un helado cuando sufrimos algún tipo de crisis emocional son algunas reacciones habituales que se producen porque, desde la infancia, nuestro cerebro vincula las respuestas emocionales (positivas o negativas) a la comida.
Es lo que se conoce científicamente como el mecanismo cerebral de recompensas. Desde la experiencia estoy segura que este es uno de los obstáculos más complicados, pues se trata de una conducta muy implantada y casi automática, por lo tanto, incontrolable.
Tanto es así, que las personas emocionalmente inestables tienen el doble de posibilidades de engordar que el resto, según las conclusiones de un estudio publicado en la revista científica Psychological Science y financiado por el Instituto norteamericano del Envejecimiento.
La emoción puede superponerse sobre la razón y no es fácil esquivar los patrones de comportamiento que nos generan satisfacción ante los desequilibrios emocionales.
Sin embargo, a base de entrenamiento y constancia se puede llegar a una cierta autocontención que, al menos, ayude a reducir la frecuencia las comidas emocionales. Retrasar el momento, buscar un entretenimiento alternativo o practicar la relajación para disminuir la intensidad de las emociones son algunos de los consejos que ofrece la nutricionista.
Tu cerebro no se sacia
¿Sabías que el 80 – 90% de las personas NO tienen el PESO QUE DESEAN porque su cerebro NO es capaz de detectar cuando su estómago ha ingerido suficiente comida?
HOY en día puedes lograr un PESO SALUDABLE sin necesidad de pasar hambre, SIN ansiedad y SIN ejercicios gracias a un EXITOSO MÉTODO SACIANTE PATENTADO seguro, rápido y confiable que actúa directamente en tu mente de manera automática (Pat: 6.706.756B1 VAS